9 de julio de 2010

Cuando una persona, se decanta por el “no” a la ley, lo hace por considerarlo un deber de conciencia.

La objeción de conciencia es un derecho humano que se ejerce cuando el contenido o los deberes que impone una norma legal se oponen a las normas éticas o convicciones morales de una persona. La objeción, por tanto, entra en juego cuando se da un choque –a veces dramático- entre la norma legal que impone un “hacer” y la norma ética o moral que se opone a esa actuación.

El ámbito de la objeción de conciencia se extiende más allá del ámbito sanitario (la pena de muerte, la tortura y otras prácticas inhumanas o denigrantes, la lucha por la paz, la eutanasia, la defensa de la familia, la libertad de enseñanza, etc.), donde se puedan dar dictar normas o impulsar desde el poder actuaciones que vayan contra la libertad de conciencia.