19 de noviembre de 2010

Las directrices de la Sociedad Endocrina contemplan la asistencia subsiguiente a la cirugía bariátrica

Según las nuevas recomendaciones comunicadas recientemente en la versión en línea de Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, una guía de la Sociedad Endocrina para el ejercicio clínico describe la asistencia subsiguiente a los procedimientos de cirugía bariátrica y recomienda una asistencia interdisciplinaria.
«El enfoque es en el periodo postoperatorio inmediato y en la asistencia a largo plazo para evitar las complicaciones, la recuperación del peso corporal y la evolución de los trastornos concomitantes relacionados con la obesidad. Sólo se resume el tratamiento de trastornos específicos».

Para mejorar la transición al restablecimiento después de la intervención quirúrgica bariátrica y para evitar la recuperación del peso corporal y las complicaciones nutricionales, todos los pacientes debieran recibir asistencia de un equipo interdisciplinario que incluya un médico de atención primaria experimentado, un endocrinólogo o un gastroenterólogo; así mismo, hay que evaluar su incorporación postoperatoria en un programa integral para el control de la nutrición y el estilo de vida.
La investigación en el futuro debiera abordar la eficacia de la asistencia nutricional y endocrina postoperatoria intensiva para reducir la morbilidad y la mortalidad por enfermedades crónicas relacionadas con la obesidad».

Las recomendaciones específicas que se señalan en las directrices para la asistencia después de procedimientos de cirugía bariátrica son las siguientes:
  • Para evitar y tratar la recuperación del peso corporal, después de la intervención quirúrgica y durante el seguimiento a largo plazo se debe contar con un equipo quirúrgico técnicamente competente, de preferencia certificado por un organismo de certificación nacional, así como un equipo de apoyo médico integrado que ofrezca educación nutricional y modificación de la conducta.
  • El tratamiento postoperatorio de la recuperación del peso corporal debe ser interdisciplinario e incluir instrucciones sobre alimentación, incremento de la actividad física, modificación de la conducta y farmacoterapia.
  • Si el incremento de peso postoperatorio es considerable o no hay remisión, el médico habrá de determinar si la modificación anatómica efectuada con la intervención quirúrgica está todavía intacta (p. ej., que no exista una fístula gastrogástrica después de una derivación en Y de Roux o la integridad de la banda después de un procedimiento de cerclaje restrictivo). Si no está intacta, el equipo interdisciplinario debe evaluar el nivel cultural del paciente, la modificación de la conducta, el tratamiento adicional para bajar de peso o la remisión para una reintervención quirúrgica.
  • La asistencia nutricional postoperatoria ha de incluir una ingesta diaria de proteína en un promedio 60 a 120 g para mantener la masa corporal magra durante el adelgazamiento y a largo plazo. Aunque se recomienda en todos los pacientes, esto es necesario sobre todo para evitar la desnutrición proteínica y sus efectos en los pacientes que se someten a procedimientos para reducir la absorción de nutrimentos.
  • Para evitar las deficiencias nutricionales, en todos los pacientes se han de evaluar los suplementos de vitaminas y minerales a largo plazo, sobre todo los que se han sometido a procedimientos para reducir la absorción.
  • Para detectar las deficiencias de micronutrimentos y macronutrimentos, los pacientes se han de someter a seguimiento clínico y bioquímico periódico después de un procedimiento de cirugía bariátrica.
  • Para tratar la diabetes mellitus y el metabolismo de los lípidos, se debe llevar a cabo el control postoperatorio de la glucemia con miras a lograr una concentración de glucohemoglobina de un 7% o menos, una concentración de de glucosa en sangre en ayunas de 110 mg/100 ml o menos y una concentración de glucosa posprandial de 180 mg/100 ml o menos. Los médicos y las enfermeras de piso deben estar familiarizados con los valores de glucemia establecidos como objetivo, los protocolos para la administración de insulina y el empleo de líquidos intravenosos sin dextrosa así como los suplementos líquidos con bajo contenido de azúcar.
  • Los pacientes obesos con diabetes de tipo 1 deben recibir insulinoterapia programada según sea necesaria durante la hospitalización.
  • Se deben tomar en cuenta las directrices del Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol (Panel III para Tratamiento de Adultos) para tratar las anomalías de los lípidos. Si las concentraciones de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad y de triglicéridos se mantienen por encima de las metas propuestas con el tratamiento quirúrgico, se ha de continuar con el tratamiento hipolipidemiante existente.
  • Los pacientes que se han sometido a procedimientos para reducir la absorción de nutrimentos deben recibir en el periodo postoperatorio suplementos de vitamina D y calcio, ajustándose las dosis según el seguimiento de las concentraciones de vitamina D, calcio, fósforo, hormona paratiroidea y fosfatasa alcalina cada seis meses, así como la absorciometría de rayos X de doble energía anual hasta que logren la estabilidad.
  • Los pacientes con ataques de gota frecuentes han de recibir tratamiento profiláctico para reducir el riesgo de gota aguda conforme bajan de peso en el periodo postoperatorio.
  • Los pacientes sometidos a cirugía bariátrica deben darse de alta sólo si están tolerando satisfactoriamente los líquidos orales. La consistencia de los alimentos se debe incrementar en forma gradual durante semanas a meses para permitir que los pacientes se ajusten a un plan de alimentación restrictivo y para reducir el vómito, sobre todo después de procedimientos restrictivos gástricos.
  • Los síntomas relacionados con vaciamiento gástrico son dolor abdominal y cólicos, náuseas, diarrea, mareos, rubefacción, taquicardia y síncope. Para reducir la frecuencia de estos síntomas, se deben reforzar continuamente nuevos hábitos alimentarios que restrinjan el consumo de alimentos y bebidas con gran contenido de hidratos de carbono simples.
  • A los pacientes con síntomas de neuroglucopenia y otros síntomas posprandiales de hipoglucemia se les debe evaluar otras pruebas para descartar una posible hipoglucemia mediada por la insulina.