11 de abril de 2011

Las 10 Reglas de ORO para un Diagnóstico Precoz

Las 10 Reglas de ORO para un Diagnóstico Precoz

La mujer no debe tener angustia ni temor en consultar a su médico, si nota algún cambio en sus mamas.
De cada diez consultas, nueve son procesos sin importancia.
Sentir angustia y temor de "saber la verdad", únicamente hace que algunas mujeres retrasen ir al médico.
La posibilidad de la curación depende del diagnóstico temprano y su posterior tratamiento. Un diagnostico a tiempo supone un mejor pronóstico.
La diferencia entre un problema u otro la establece siempre el especialista, nunca la opinión ni el criterio de la paciente.
La mujer debe aprender a buscar anomalías o bultos en su pecho, iniciándose en el aprendizaje mediante el examen de sus mamas una vez al mes, o entre el 5º y 8º día de su ciclo menstrual. Si no tiene la regla, hacerlo los primeros días de cada mes.
El autoexamen mamario supone un motivo de comunicación entre el médico y la paciente, para que ambos intenten conseguir la perfecta salud de la mujer.
Toda mujer de edad superior a 35 años, debe someterse a un estudio inicial para catalogar su estructura mamaria y determinar los posibles riesgos (mamografía de base).
El control y seguimiento periódico de mujeres con anomalías benignas de la mama asegura el descubrimiento de lesiones malignas muy precoces, con altas posibilidades de curación.
Los controles periódicos en mujeres sanas se deben realizar de forma anual, practicando mamografías cada dos años hasta los 40-45 años de edad, siempre que no presenten anomalías en sus mamas ni factores de riesgo.
A partir de esta edad la mamografía debe realizarse de forma anual.
10ª El médico tiene la última palabra de su estado de salud. No deje de consultar con él.