14 de diciembre de 2011

Cuando la prisa no es urgente

Todos los hospitales cuentan con una unidad de urgencias, aunque no todos los pacientes que atienden deberían acudir a este servicio. Supone un coste muy elevado, unos 120€ por persona.
Sin embargo más de un 25% de las personas que llegan a un hospital podrían haber ido a la asistencia primaria a centros de asistencia continuada o los centros de urgencias de asistencia primaria, los CUAPS / PACS, que pueden dar el mismo servicio a esos pacientes que presentan un nivel de gravedad bajo. El coste para la sanidad pública en estos centros se reduce a la mitad.
Cuando un enfermo llega al servicio de urgencias lo primero y más importante que se hace es una clasificación de la prioridad de atención. Esta diferenciación se realiza a partir de una observación de las molestias del paciente, los antecedentes y, en ocasiones, signos como la tensión arterial o la temperatura. El objetivo de esta clasificación es adecuar lo mejor posible los recursos disponibles, y que los pacientes más graves tengan una atención preferente.
Estos pacientes acuden con frecuencia a los servicios de urgencias hospitalarias cuando se trata de patología de escasa complejidad que puede atenderse en la asistencia primaria”, apunta Puig. Los expertos aclaran que cualquier centro de la sanidad pública está capacitado para atender urgencias  y  recuerdan que cuando un hospital presta servicio a un paciente de baja gravedad, está dejando de invertir tiempo en casos realmente necesarios