17 de enero de 2012

Volver a la sutura convencional


El ahorro llegará también a los quirófanos donde las grapas desechables serán sustituidas por suturas convencionales. Las gasas y compresas de hilo de algodón se reemplazarán por otras de tejido sin tejer, salvo las que se usen en cirugía. También se aconseja reducir el consumo de las bombas de infusión y revisar los precios de los proveedores de catéteres intravenosos para comprar los más baratos.

En microbiología dejarán de tener empapadores y el material quirúrgico desechable empezará a sustituirse por el inventariable. También se restringirá el consumo de apósitos en primaria y para ello se revisará la compra y la distribución en los centros de salud. Los hospitales los centralizarán en farmacia.

Menos ropa de cama e internet
La lencería también será objeto de recorte y reorganización y lo primero que se plantea es que no se cambie la ropa de cama hasta que el paciente salga de la habitación. Las comunicaciones con el exterior también se verán afectadas al ordenar reducir el número de teléfonos con salida al exterior y los ordenadores con internet.
Otras medidas son disminuir el importe de los vales entregados a los donantes de sangre tras las extracciones, el consumo de taxis y el gasto de los TAC de oncología. También se propone «revisar con detalle» el gasto del tratamiento de los pacientes con autismo —se indica que es importante— junto a los servicios de pediatría y controlar la derivación de los pacientes con anorexia y bulimia en colaboración con las unidades de psiquiatría.