24 de septiembre de 2012

Cereales, legumbres y patatas deben formar la base de la dieta diaria, pero un nuevo informe advierte de que se consumen por debajo de lo recomendado.

La base de la dieta mediterránea la forman, precisamente, los hidratos de carbono, pero en los últimos años los expertos constatan una disminución en su ingesta debido, en parte, a la creencia errónea de que engordan. Para Lluís Serra Majem, presidente de la Fundación Dieta Mediterránea, «en condiciones de consumo calórico y actividad física adecuada, los hidratos de carbono deben constituir entre el 50-60 por ciento de las calorías totales de la dieta».
El auge de las dietas hiperproteícas ha propiciado que el consumo de carhobidratos se haya quedado relegado a un segundo plano. «Se les ha acusado, de forma injusta, de alimentos que engordan cuanto aportan cuatro calorías por gramo.