14 de octubre de 2013

GUÍA DE ORIENTACIÓN NUTRICIONAL PARA PERSONAS MAYORES

Los hábitos alimentarios saludables supone consumir dietas equilibradas,
lo que se consigue con una amplia variedad de alimentos.
Dentro de los grupos de alimentos, hay que tratar de elegir los que contengan mayor densidad de nutrientes.

  • Una buena alimentación empieza por una buena compra. 
  • Continúe siempre que le sea posible con los hábitos de compra.
  • Se debe procurar preparar la comida diariamente. 
  • Ayuda a un mejor estado nutricional, así como al estado afectivo y emocional. 
  • Disfrute de la comida. Dedíquele el tiempo necesario. 
  • Consuma alimentos “protectores”: pescado, ajos, cebollas, verduras en general, frutos secos, especias, hierbas, etc. 
  • Beba agua preferentemente. En su defecto, hidrátese mediante la toma de zumos, sopa, etc. Beba regularmente aunque no se tenga sed. 
  • No abandone la actividad física moderada a diario. Le ayudará a mantener un adecuado balance energético, y a preservar una composición corporal de “futuro”. 
  • Cuide su dentadura. La masticación es fundamental para conseguir una dieta variada y placentera. Elija alimentos de fácil masticación, si es necesario. 
  • Aumente el consumo de fibra. 
  • Mantenga una buena ingesta de calcio y vitamina D. 
  • Evitar el tabaco y el exceso de alcohol mejora la salud a cualquier edad. 
  • Pasee, tome el sol… no lo evite, y así ayudará a sus huesos. 
  • Siempre que pueda, coma en compañía, le sentará muy bien