10 de marzo de 2014

Las concentraciones de esta sustancia nociva en algunas muestras superan más de 100 veces a las que hay en el agua del grifo, aunque siempre muy por debajo de los valores peligrosos.

Ahora, investigadores de la Universidad de Sevilla (US) y el Centro Nacional de Aceleradores (CNA, centro mixto US-Junta de Andalucía-CSIC) han evaluado la dosis de polonio-210 que recibe la población española por consumir agua mineral embotellada. Las muestras se han recogido en botellas de 32 marcas comerciales.
Aun así, el estudio confirma que la cantidad de polonio-210 en el agua embotellada es muy superior a la del agua del grifo, que en general no suele superar 1 mBq/L. La de Sevilla, por ejemplo, es 0,25 mBq/L.  “Las diferencia se debe a que el agua del grifo está tratada y potabilizada”