26 de junio de 2016

SOPLO SISTÓLICO EN EL ANCIANO: SOSPECHA DE ESTENOSIS AORTICA GRAVE (EAG)

      Tres son los elementos clave en la exploración de estos pacientes: 

  1. la palpación del pulso carotídeo (disminución de la amplitud, pulso anácroto), 
  2. la auscultación cardiaca (intensidad del soplo sistólico y disminución o abolición del segundo tono) y 
  3. la existencia de signos de insuficiencia cardiaca
  • La presencia de un frémito sistólico en el mesocardio o en el foco aórtico es muy específica de estenosis aórtica grave. 
  • Es conveniente recordar que el pulso carotídeo puede ser normal en ancianos con estenosis aórtica y que algunos pacientes con estenosis aórtica grave(EAG) pueden presentar un soplo sistólico de baja intensidad, sobre todo si tienen bajo gasto cardiaco, son obesos con EPOC.

Tras la exploración física, el ecocardiograma es la técnica diagnóstica de elección para confirmar la estenosis aórtica, el grado de lesión valvular y su repercusión en el ventrículo izquierdo (VI).
La ecocardiografía Doppler es la técnica preferida para valorar la gravedad de la estenosis aórtica. En la práctica clínica diaria, los parámetros de ecografía Doppler más útiles para la cuantificación de la estenosis son la velocidad transvalvular aórtica máxima, el gradiente de presión transvalvular medio y el cálculo del área valvular mediante la ecuación de continuidad12
A modo de consenso, se ha determinado que la estenosis valvular aórtica es grave cuando la velocidad transvalvular aórtica máxima supera los 4 m/s, el gradiente transvalvular aórtico medio es > 40 mmHg y el área valvular aórtica es < 1 cm2 (tabla)1,12,14. Cuando el área valvular es < 0,8 cm2, la estenosis aórtica se considera crítica.
Una anamnesis cuidadosa es fundamental para detectar síntomas (disnea de esfuerzo, angina, mareos o síncope). En ocasiones es difícil separar las limitaciones al ejercicio normales por la edad, sobre todo en ancianos sedentarios, o las impuestas por otras comorbilidades, principalmente enfermedades respiratorias, de las secundarias a la estenosis aórtica, sobre todo cuando el paciente refiere disnea. Además, hay que tener en cuenta que algunos pacientes que reducen de manera subconsciente sus actividades y se amoldan a la enfermedad niegan tener síntomas1,14. Habitualmente, el síntoma inicial es la disnea de esfuerzo o la disminución de la capacidad de ejercicio. Otros síntomas, como el síncope o los mareos, suelen aparecen posterior-mente en pacientes que no reconocieron o subestimaron los síntomas iniciales de la enfermedad.

El implante transcatéter de una prótesis aórtica -TAVI- es un procedimiento relativamente novedoso que ha transformado el tratamiento de los pacientes con estenosis aórtica grave. Según las guías de práctica clínica, el implante transcatéter está indicado para el tratamiento de los pacientes con estenosis aórtica grave sintomática inoperables o con alto riesgo quirúrgico tras ser seleccionados por un heart team.
La estenosis aórtica degenerativa es la valvulopatía más frecuente en el mundo occidental y su prevalencia va en aumento como consecuencia del incremento de la esperanza de vida de la población1. En España, aproximadamente un 7% de las personas mayores de 85 años tienen algún grado de estenosis aórtica3.
La historia natural de la estenosis aórtica, se considera que los pacientes con estenosis aórtica grave (EAG) tienen una supervivencia media de 2-3 años cuando presentan síntomas y no se interviene quirúrgicamente. Este pronóstico es especialmente desfavorable cuando los pacientes tienen síntomas de insuficiencia cardiaca.
En los últimos años, el implante valvular aórtico transcatéter (transcatheter aortic-valve implantation [TAVI]) se ha establecido como una alternativa válida al tratamiento quirúrgico de la estenosis valvular aórtica grave y sintomática para pacientes con contraindicación o elevado riesgo quirúrgico6-11